[Micromáquinas]

Utilizando una serie de grabados que representan a través de máquinas la tecnología del siglo XIX, se plantea a través de esta serie una reflexión sobre la traducción del mundo tridimensional al plano bidimensional. Comúnmente, el dibujo naturalista requiere de métodos que permitan traducir un objeto tridimensional en una superficie bidimensional, lo cual requiere de una necesaria deformación de su estructura para producirse visualmente en el plano. El ejercicio aquí realizado propone un cambio de dirección en la representación convencional de la forma: el objeto ya no es traducido al plano, sino que el plano es traducido al objeto. De esta manera, la información perdida en la representación gráfica de las imágenes utilizadas como referencia, es recuperada a través de la interpretación del objeto modelado tridimensionalmente y expuesta desde una deconstrucción de la forma que se propone expresivamente en la construcción de cada composición. Un proceso que reflexiona no solamente en la reproducción sino en la producción de imagen que otorgan los medios digitales en la construcción de la realidad.

ver obra >