[Instalación]

Los programas de modelado en 3D ofrecen posibilidades de representación naturalista que permiten generar formas cada vez más verosímiles en su producción. Sin embargo, sus interfaces permiten además visualizar los objetos desde perspectivas que producen sensaciones visuales que trasgreden la percepción óptica de las formas, generando, de esta manera, una distorsión que conduce a visualizar de forma no convencional un objeto. Instalación se construye a partir de renders frontales en los que se cuestiona la aparente espacialidad tridimensional que producen estos programas dentro de una interpretación de un objeto en el plano bidimensional.

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